miércoles, 19 de noviembre de 2008

Nicolás de Oresme. El monetarismo.

Nicolás de Oresme, el primer monetarista. Lara Herrero Pedrero.
Nicolás de Oresme planteó el papel del príncipe en la economía y sobre todo en el cuidado de la moneda. Los temas del comercio y el monetarismo son temas que basculan con la idea del aumento del poder del rey. Oresme era partidario de que el monarca debía motivar el comercio, y afirmaba que era de primordial importancia; lo que debían hacer los príncipes era fomentar el comercio y crear para ello las condiciones favorables. Para Oresme, la principal de las condiciones era la correcta administración financiera. Gracias a sus teorías planteadas sería considerado como el primer pensador sobre la moneda, el primer monetarista. . Durante esta época, no fue mucho lo que se escribió, porque la economía no existía separadamente de la vida económica. La rígida estructura jerárquica de la sociedad feudal encargaba y distribuía bienes y servicios, en respuesta al imperio de la ley, la costumbre y el temor a un castigo doloroso. El mercado era una excepción, y los estudiosos no se ocuparan de él. Oresme lo hizo y reaccionó ante un mundo en expansión, en el cual surgían con fuerza los mercados y el dinero. En 1.355, escribió un tratado sobre ética y economía sobre la producción del dinero. El libro se tituló Tratado sobre el Origen, Naturaleza, Ley, y Alteración de las Monedas, y consolidó su fama como economista. El título se podría traducir hoy como "Tratado sobre la Inflación." Oresme sería el pionero en la economía política de la inflación.
Hay que realizar un pequeño inciso, la moneda actual y la de la época están diferenciadas por su contenido, es decir, por su valor intrínseco. En la actualidad, el valor intrínseco de nuestra moneda es muy “pobre”, acuñadas en aluminio o realizadas en papel moneda, con un valor sólo nominal. En la Edad Moderna existía una valor intrínseco (las monedas eran acuñadas en materiales preciosos, como el oro y la plata) y un valor nominal o facial (la moneda se comportará como producto). Un claro reflejo son los beneficios que sacaban los comerciantes genoveses con las prácticas de cambio de moneda. El valor de la moneda tan elevado traería importantes consecuencias para la economía de la época.
Sería en este caso cuando Oresme plantearía el papel del príncipe de la economía y de la buena moneda. Surge la primera teoría del dinero, donde este economista definirá el significado de moneda, su valor material, cuando surgió y la responsabilidad del poder político por la acuñación de la moneda (siempre buscó fortalecer el poder real). Sostuvo que el príncipe no debía alterar el contenido metálico de la moneda, ya que la moneda fiable y buena favorecía al comercio.
Oresme comenzaría con la explicación del término moneda; enfatizó que la palabra latina para el dinero, "moneta", tiene una raíz etimológica diferente. No tiene nada que ver con la ley y el estado, sino con la información de la certificación. Su raíz fue "moneo", que significa te informo, porque el certificado nos informa que no haya fraude, ni en el metal ni en su peso. La producción de dinero no fue un acto burocrático, sino una actividad de mercado. Sería el productor privado (Oresme explicará como fue el Estado el que dio la orden de la creación de las monedas) de dinero el que creó el servicio de certificación. Que a su vez, informaba a los usuarios de moneda sobre el valor intrínseco, sobre los materiales que contenía. Este tipo de información fue muy útil, ya que, reducía la incertidumbre y el coste de la medición. Oresme, lo explicaría de esta forma:
“Cuando los hombres empezaron a comerciar, o a comprar bienes con dinero, éste carecía de estampa o imagen. La cantidad de plata o bronce era intercambiada por carne, bebida y medida por su peso. Desde que empezó a ser molestado recurrir constantemente a escalas o patrones y determinar la equivalencia exacta del peso, y desde que el vendedor no estaba seguro del grado de pureza del metal ofrecido fue prudentemente dispuesto por los sabios de ese tiempo que los trozos de dinero habían de ser de un metal dado con un mismo peso y todos debían ser estampados con una marca conocida por todo el mundo para indicar la calidad y peso de la moneda. Por lo tanto, las sospechas serían evitadas y el valor aceptado de buena gana.[…]”.
Sin embargo, Oresme se apresura a apuntar que los príncipes no poseen ninguna moneda. Es una ventaja derivada del hecho que el dinero “es esencialmente establecido y elaborado para el bien de la comunidad”. No será partidario de que el príncipe utilice la moneda con ánimo de lucro. Un claro ejemplo de esta aclaración de Oresme se produce en el siglo XVII. En la época de reinado de Felipe III- Felipe IV, se realizará una disminución del valor intrínseco de la moneda de plata y se acuñará la moneda de vellón.

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