miércoles, 4 de febrero de 2009

Balance final de la asignatura

En mi segundo año de carrera gracias a la asignatura de Historia Moderna de España (Profesora: Elisa Martínez Vega) logre comprender las grandes estructuras que componen la Edad Moderna (demografía, sociedad, política, cultura y economía). Gracias a sus clases comprendimos la incidencia de la economía de la Monarquía Hispánica en el mundo. Aprendí bastante sobre Revolución de los precios, tema al que le dedicó bastante tiempo por la dificultad técnica que conlleva. Sin embargo nos centramos sobre todo en el siglo XVI, quedando el XVII y sobre todo el XVIII algo olvidados, debido a la desafortunada falta de tiempo que siempre impide acabar los programas.
Asimismo, gracias a la asignatura de Historia Moderna Universal (profesora: Herrero Quesada), destacamos menos la economía, pero a pesar de ello, repasamos las grandes líneas: Mercantilismo (Colbertismo), Fisiocracia, Revolución de los precios.
Globalmente antes de llegar a la asignatura de Historia económica de la Edad Moderna tenía una serie de nociones básicas, y un gran interés, pues hasta entonces la economía me había parecido demasiado compleja, pues he tenido una formación literaria.

Ahora, habiendo finalizado el programa y las clases del primer cuatrimestre, he asentado más y profundizado más en la economía moderna. Lo que más me ha llamado la atención ha sido saber que la Historia estaba “viva”. De alguna manera, había interiorizado, de un modo tal vez inconsciente, que las nociones, temas o hechos que nos explicaban los profesores eran hasta cierto punto verdades incontestables. Al leer los manuales también tenía esta impresión. Al estudiar, al analizar la historiografía, al repasar las ideas de grandes economistas e historiadores (Wallerstein, Yun Casalilla, etc.) he visto como la historia no es estática, ninguna verdad es incontestable y estamos más influenciados por el mundo que nos rodea, que lo que podemos pensar. Toda esa nueva visión me ha parecido al mismo tiempo fascinante y miedosa, por todo el peso y la importancia que conlleva afirmar algo.
Asimismo, el estudio del pensamiento económico me ha parecido un tema muy interesante que no había estudiado. Gracias a ello he comprendido como los pensamientos bajomedievales se conectan tanto con los altomodernos. Santo Tomás de Aquino, Nicolás de Oresme, Colbert, Adam Smith, John Locke, etc, son figuras que recuerdo con claridad, sé situar en el tiempo y conozco su pensamiento a nivel económico y en algunos casos filosófico.
Por otro lado, el análisis, algo menos profundo, de nuevo por la falta de tiempo, de: la Agricultura, la Industria y los sistema financieros, ha sido también bastante enriquecedor. Como he comentado antes, he tenido buenas nociones en estos temas en la asignatura de Historia Moderna de España, de tal manera que en el ámbito Universal no sabía como funcionaba la agricultura, la industria, etc. Gracias a las clases y sobre todo al trabajo (Países Bajos) que hice he aprendido mucho en estos temas.
En definitiva, siento que he asentado más y mejor las bases y los grandes elementos que conforman la economía. La asignatura ha sido muy enriquecedora porque me ha permitido manejar nueva y mayor bibliografía, sabiendo a partir de ahora donde acudir para tal o cual consulta. Sin embargo, la falta de tiempo ha sido un handicap. Espero poder ampliar mis lecturas y seguir afianzando mis conocimientos, además de organizarme mejor, con mayor rigor y disciplina a la hora de hacer los trabajos e investigaciones, pues estos han sido quizás mis puntos flacos a la hora de sacar adelante la asignatura.

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